Mirador Vía de la Plata

(Almendralejo)

Cómo llegar »

El sustrato físico

El paisaje visible, en plena Vía de la Plata, es un paisaje modificado por la acción del hombre a lo largo de los últimos 5.000 años, cuya intervención sobre el medio natural primigenio ha generado lo que actualmente se ve, un paisaje enogastronómico en toda regla, enfocado a la producción de vino, cuyo “terroir” acorde a suelos, climatología, altitud, y por supuesto, el buen hacer de los viticultores del territorio le permite extraer vinos variados de calidad. Por su parte, el olivar, vinculado de siempre a la vid como elemento básico de la producción mediterránea genera una excelente aceituna, tanto para aceite como para mesa.

Se asienta sobre suelos rojos arcillosos del Plioceno (Edad Terciaria), suelos feraces enfocados tradicionalmente a la vid y el olivo, que dan paso hacia el Este, al valle del Rio Matachel y Alange, a suelos del Paleozoico, principalmente cámbricos y silúricos, junto a las cuarcitas ordovícicas armoricanas que coronan las crestas de las sierras visibles del entorno de Alange y Sierra Grande de Hornachos. Pasando por tanto de la llanura visible que se extiende hacia el norte, este y sur, hacia la penillanura del entorno del Río Matachel. Se trata, pues, de una estructura geológica producto de la denominada “Orogenia Herciniana” que se manifiesta en el entorno por varias fases de plegamiento y cabalgamiento, junto con fallas y fracturas en el entorno de Alange, siendo precisamente una de estas fracturas sobre cuarcitas armoricanas y areniscas ferruginosas la que da origen a las aguas termales del Balneario de Alange.

La huella histórica

La Vía de la Plata, la Al-Balata árabe (“el camino empedrado”) de donde deriva el nombre actual, es una calzada romana que en su origen conectaba el valle del Río Guadalquivir con el centro y norte penínsular. Se trata, pues, de una vía milenaria que discurre en este tramo entre viñedos y olivares, manteniendo un paisaje similar al de hace 2.000 años, cuando la comarca de Tierra de Barros se encuadraba dentro de la provincia romana de la Bética, y al igual que entonces sigue suministrando vinos y aceites de calidad.

Es un paisaje que demuestra religiosidad, generan elementos sacros –vino y aceite- relacionados directamente con la tradición judeo-cristiana y así lo recoge el Antiguo y el Nuevo Testamento. Elementos también con una importante carga de sacralidad en la religión politeísta de la antigua Roma, después de todo la vid y el olivo junto con el cereal han conformado la triada agronómica del mundo mediterráneo con atribuciones a las divinidades Dyonisos (Baco), Palas Atenea (Minerva) y Ceres respectivamente. Junto a ello, perviven elementos de culto prerromano como son la piedra sacra de “La Pata de Buey” en Alange o la resbaladera de Almendralejo, asociados ambos al culto a la fecundidad.

Sobre este camino milenario discurre el Camino Jacobeo de peregrinación a Santiago de Compostela acrecentando aún más la visión sacra y religiosa del paisaje, un elemento inmaterial que aún se sigue palpando en el terreno.

Se añade también sobre este tramo de la Vía del Plata, la Ruta Cicloturista Transeuropea de Eurovelo-1 que procedente del Cabo Norte en Noruega se dirige al Cabo de San Vicente en Portugal.

El legado cultural y arqueológico del paisaje es de primer nivel, acorde, al importante recorrido histórico de este territorio.

Así del periodo calcolítico destaca el tholoi de Huerta Montero, datado en el 4.600 antes de Cristo, dolmen de corredor orientado al Este, al sol naciente, y cuyos rayos alcanzan el interior de la cámara mortuaria en los días del solsticio de invierno. 

Disco de Teodosio
Resbaladera de Almendralejo (San Marcos)
Mirador Vía de la Plata

Todo ello además relacionado con el cercano asentamiento calcolítico de El Cabezo, también en Almendralejo.

Por su parte la huella calcolítica de Alange es visible en las diversas estaciones de pinturas rupestres esquemáticas que jalonan buena parte de su sierra, así como o el poblado calcolítico localizado a los pies de su castillo.

Cuenta también con un importante legado de época romana, articulado en buena parte en torno a la misma calzada romana de la Vía de la Plata, con una amplia presencia de villae, fundi y alfares romanos.

Especial atención requiere las termas romanas de Alange, datadas del siglo III después de Cristo, declaradas Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, y que muestran la sacralidad y el poder curativo de estas aguas minero-medicinales a lo largo de dos milenios.

Destacable también es el Disco de Teodosio, realizado en plata muestra al emperador entronizado. Descubierto en Almendralejo en el siglo XIX y que conmemora el décimo o decimoquinto aniversario del reinado del emperador, datándose, pues, en el año 388 d.d.C. o bien en el 393 d.d.C., actualmente se encuentra en la Real Academia de la Historia.

Por su parte, el legado islámico andalusí es visible, aparte del topónimo “Vía de la Plata”, derivado, como ya se ha comentado del término árabe “Al-Balata”, también en el castillo roquero de Alange, vigía de la calzada y con un papel relevante en las crisis del Emirato Andalusí de Córdoba.

¿Sabías que…?

Destaca sobremanera la huella literaria, con dos grandes exponentes del Romanticismo español del siglo XIX, ambos nacidos en Almendralejo: Carolina Coronado y José de Espronceda.

ASPECTOS MEDIOAMBIENTALES

En el apartado de naturaleza destaca el Embalse de Alange construido en el año 1992 sobre el Río Matachel, afluente del Río Guadiana, uno de los mayores embalses del territorio extremeño con una capacidad de 825 hectómetros cúbicos.

A ello se añaden los importantes espacios naturales del entorno, concretamente la Zona de Especial Protección para Aves (Z.E.P.A.) de Sierras Centrales y Embalse de Alange, encuadrada en la Red Natura 2000,  con 16.571 hectáreas de superficie que acoge especies tan significativas como el águila imperial ibérica (Aquila adalberti),  águila perdicera (Aquila fasciata), águila real (Aquila Chrysaetos), alimoche (Neoprhon Percnopterus), buitre leonado (Gips fulvus), búho real (Bubo bubo), grulla invernante (Grus grus), rabilargos (Cyanopica cooki), etc, así como un mamífero tan singular y espectacular como es el lince ibérico (Linx pardinus).

OTROS RECURSOS DE INTERÉS.

Cuentas además Almendralejo con el Museo de las Ciencias del Vino ubicado en una antigua fábrica alcoholera de mediados del siglo XX, integrando la estructura inicial del edificio con la parte expositiva del museo focalizada en la promoción y difusión de la cultura del vino de Extremadura así como la puesta en valor del patrimonio etnográfico e industrial del mundo vitivinícola de la comarca de Tierra de Barros.

Más información en:

Oficina de Turismo de Almendralejo
Plaza Iglesia, 16 – 06200 Almendralejo (Badajoz)
Teléfono: 924 66 69 67
E-mail: turismo@almendralejo.es

Fedesiba
Junta de Extremadura
UE - Leader
Ministerio de Agricultura
Ir al contenido